martes, 24 de febrero de 2009

Fin de semana carnavalesco





Había oído hablar de los carnvales de Cádiz, de Tenerife, e incluso, de Madrid pero ignoraba que estos alcarreños tuvieran apego a don Carnal y sí, este fin de semana la ciudad se ha echado literalmente a la calle para ver el desfile de disfraces del concurso de adultos. Supongo que las fotos que he puesto os darán alguna idea- antes de nada dar las gracias a mis compis de La Tribuna por el préstamo- de cómo la originalidad de la gente permitió que se viera una amplia variedad de disfraces: emperatrices japonesas, la taza de lavabo, Luis XVI rodeados de criados y de una vociferante chusma pidiendo libertad y fraternidad; el homenaje de unas chicas muy majas a Naranjito (¡Viva la generación del 82!) y, por supuesto, la crisis también apareció. Esta vez en forma de unos pobres muchachos que tiraban de un puente de cartón- piedra, en busca de un sustento para pagar la hipoteca. En fin, que me pegué unas cuantas carreras de arriba a abajo de la ciudad y prácticamente gasté las pilas de la grabadora, en busca de historias. Curiosamente, la mayoría de los que entrevisté tuvieron premio. Vamos, que les dí suerte. Por cierto, tampoco faltaron animales de verdad... Incluso tuvimos un rebaño de vacas, que andaba muy revuelto con tanta gente. En juego premios de 1500 euros, 600 euros, 300 euros, 100 euros, etc... Todo ello en tres categorías: individual, parejas y grupos.






¿Y el domigo? Pues el turno de los niños, aunque esta vez el ingenio y la mano de obra (en forma de dinero o de labor manual) fue cosas de los padres. Muchas princesas, Spiderman, astronautas, algún torero, etc... Pero lo que sí mereció la pena fue conocer a Barranquillo, el hermano pequeño de Trancas y Barrancas. Un bebe de seis meses, al que sus tías le introdujeron en un mini disfraz de hormiga. ¡La gente tiene cada idea! Pero la criatura tan tranquila mirando a todo el mundo. De nuevo, quienes estuvieron cerca de mi compañera de Nueva Alcarria y de la mía se llevaron un galardón. Simbólico, pero premio a fin de cuentas. Damos suerte, porque la ganadora de la noche se sentó delante nuestra. "La Duquesa del Infantado" se inscribió con este nombre y es que la muchacha y sus padres se habían realizado una reproducción a escala de tan noble edificación e introducido a la pequeña con traje de época desde fuera. Y como el Papa a saludar... Ahora que lo pienso algo parecido hicieron unos amigos míos en la San Silvestre de 2007.



Hizo frío, calor, se nubló... No fue aburrido. Sólo quedó formar parte del jurado, pero esto último se lo delego al alcalde Antonio Román.

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