
La foto lo indica, pero se da la casualidad de que he alcanzado los 24 años y aunque no siento una especial carga por ello, he de admitir que uno ya no es tan yogurín como antes.
Ha sido un finde excelente rodeado de amigos y compañeros, con tres celebraciones lo menos y una buena muestra de cuán afortunado soy por las amistades que tengo y esto no lo digo por pura cuestión estética, es una gran verdad.
También recibí algunos regalos bastantes útiles como un buen montón de calcetines, un lector de DVD que aún no se deja domar (se hace necesaria una lectura seria del manual de instrucciones), varios libros y mucha, mucha ropa para mostrar palmito en el verano que se avecina. ¡Ah! Se me olvidaba, la Quinta Temporada del Ala Oeste de la Casa Blanca cuyos primeros 4 capítulos me he bebido en estos primeros días. Una gozada de serie: sofisticada, bien rodada y ante todo, con personajes creíbles y un presidente muy humano interpretado por el actor de origen mejicano Martin Sheen.
Aunque seamos realistas, uno no es George Clooney por mucho que me machaque en el gym... Pero bueno, nos vamos manteniendo. Si una conclusión, he de sacar del pasado finde no sería otra que la de que la vida se vuelve más llevadera gracias a cuantas personas nos acompañan durante la misma. De momento, tengo la suerte de poseer muy buenas compañías. ¡Gracias a todos!
Otra fecha más amarga es la de ayer día 15 de Abril, cuando hace 11 años del fallecimiento de mi padre. Son de esas heridas que marcan porque en ese momento se me acabó la infancia. En fin, es algo que llevaré junto a mí toda mi vida.
Desd entonces he intentado imitar las dos principales cualidades que a mi juicio poseía mi padre: el buen hacer, la profesionalidad en su trabajo tanto de deliniante como de encargado de mantenimiento en TVE y la atención preferente al detalle, la dedicación hacia los demás sin escatimar esfuerzos.
Siempre me he preguntado cómo ve el mundo desde allá arriba, los cambios que hemos experimentado todos y, concretamente, mi vida. Sé que habría muchas cosas de las que no estaría muy orgulloso que digamos, pero en alguna creo haber acertado. No estoy en mi mejor momento, lo admito pero no pienso deprimirme. Mañana será un nuevo día, una nueva oportunidad para hacer cosas y esforzarse...