Bueno, la verdad es que hoy me he encontrado con una de esas historias que a uno le dejan sin aliento. Me refiero a la vida de María del Carmen y Verónica, a quienes sus amigos y familiares de Yémelos de Abajo (Guadalajara) les han dedicado un sentido funeral. Esta pequeña localidad está escondida entre pequeñas colinas y en sus campos, una alfombra de girasoles se extiende hasta que nuestra vista se pierde y he aquí que esta mujer de 59 años con su hija de 30 pasaron sus último mes de vida, acudiendo a las fiestas de su pueblo de origen aunque residieran en las Palmas de Gran Canaria. Todo una ironía, por cierto. ¿Quién podía imaginar que el tiempo corría en su contra?, ¿Cuántas promesas, vivencias, momentos, instantes y conversaciones perdidas para siempre en unos minutos? Es muy trágico y no puedo por menos que compadercerme de todos los familiares, de tanta gente que como en Yémelos han quedado destrozados... Bueno, a pesar de la desgracia aún hay gente a quien le apetece salir en los medios. En serio, hay quienes estaban dispuestos a salir donde fuera... Nó sé, allá cada uno pero que luego no nos pongan la etiqueta de morbosos. Os aseguro que ningun de mis compañeros, ni este humilde plumilla, se ha tomado esto a broma.
Días como el de hoy, te hacen valorar la oportunidad de poder continuar caminando por la vida. Descansen en paz.
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