España es una Monarquía parlamentaria presidencialista

Vaya por delante, que en mi post del 8 de marzo sólo contemplaba la posibilidad de que el PP pudiera estar en un empate técnico con el PSOE. Quizás tuve la sensación de que los populares si estaban tan seguros de su victoria, es porque había al menos un 1% de probabilidades... Pero esto ya es pasado y este humilde usuario de la pluma, quiere referirse al presente a este segundo mandato de Zapatero (Crispín) y al auto dedazo (aún no consumado) de Crispón (Rajoy) quien dice no tener especial pasión por la política y que podría vivir sin ella, pero ahí está dispuesto a cumplir aquel adagio español de "a la tercera va la vencida". O limpia Génova de arriba a abajo, tanto en personas como en ideas o este hombre (sin desastres mediantes) podría darse el enésimo cabezazo contra los muro de Ferraz. No sólo un equipo propio sino un partido conservador sin estridencias, sin acentos, con menos cuchillos afilándose tras elocuentes circunloquios de lealtades indestructibles. ¡Cuidado Mariano con los Idus de Marzo! Y con Bruto, sí en el PP hay más de uno, de una... ¡Ruptura, señores! Ruptura con el Aznarismo... El bueno de Crispón, con varios años de atraso piensa matar al padre tímidamente, en silencio como quien no quiere la cosa. En fin, que seguimos con el dúo dinámico...

ZP continúa con mayor margen y cuaje, una segunda oportunidad que puede consagrarlo o enviarlo al ostracismo definitivo siempre encomendado al dóberman desdentado de algunos opositores, que amaga, ladra, pero muerde mal y a destiempo.

Por otra parte, el 9M ha dado carta de naturaleza a un nuevo estado de cosas: Bienvenidos a la Monarquía parlamentaria Presidencialista, una suerte de trasunto entre una monarquía como la Sueca con un presidente a la americana y con poderes a la francesa. Un sistema fascinante sin separación de poderes y con una ley electoral que más valdría reformar con urgencia.

En fin, que Rosa Díez es nueva parlamentaria nacional y portavoz de UPD en el congreso... Una esperanza nace y a los 300. 000 que la votaron ya puede irse preparando porque su voz se va a escuchar. Una buena noticia, quizás el principio de la tercera vía española. Eso sí, con un siglo de retraso.