sábado, 17 de noviembre de 2007

Últimos detalles (con los ojos legañosos y demás rastros de una noche...)


Aún con cierto cansancio por la agitada noche anterior, retorno al tecleo habitual no para deambular de link en link sino para contaros alguna buena nueva. Antes de nada la foto pertenece a la despedida de un amigo del colegio que ha emigrado a Hungría llevado del corazón. Vamos de lo más romántico el asunto.

Por mi parte ando ultimando el reportaje de Navidad para la revista Tiempo, a ver si puedo tenerlo listo en el menor plazo posible porque como viene sucediendo en esta profesión cuando alguien dice que tienes hasta el 26 para hacer algo, significa que la semana anterior debería de estar concluida. Era para ayer, afirma la interesada. Pero al fín de cuentas estos encargos mantienen la ilusión (o la ficción si somos más pesimistas) de que podré algún día vivir de esto, de lo que uno anhela vocacionalmente. Y como no pretendo empozoñar vuestras ánimas, cambio de tercio para referirme al local en el que nos encontramos ayer unos amigos y un servidor. El Copérnico es un local de Moncloa con cierto aire marinero en el que de vez en cuando nos apalancamos para bailar y observar el paisaje, por si hubiera algo de cierto interés. Aunque la finalidad real es pasar un buen rato, revisitar a esos amigos de la universidad que conociste en lugares más académicos y que por azar se han convertido en amigos muy apreciados. Me encanta observar cómo van evolucionando, cómo se van desenvolviendo en sus aspiraciones por ser periodistas aunque para coronar esa cumbre deban dar varios rodeos.

Podéis denominarme ingenuo, pero confio en que lo consigan porque tienen talento para ello y se que lo conseguirán. Al margen de mover algunos huesos y pretender que estábamos haciendo alguna clase de coreografía (me sé de un trío que sí lo hacía). Según avanzaba la noche las barandillas y las copas se convierten en el otro gran amigo, además de observar como el sector femenino se iba progresivamente desinhibiendo. Ahora todo muy normal, no vayáis a pensar... Pero el hombre que se merece especial mención es el pincha o DJ de la noche, ¿Por qué dice sí sino tienen ni p... idea de lo que estamos pidiendo? ¿por qué afirma a las 2 de la mañana que "ahora mismo te pongo esa canción" y luego se pasa la noche pinchando algo totalmente diferente? ¿Acaso en las Academias de Dj´s les enseñan que por decir sí, el cliente va a gastar los euros en copas o les van a subir el sueldo? No lo entiendo, pero algo pasa en esas cabezas...

En fin, como bien decían Tip y Coll ... ¡Mañana hablaremos del gobierno!



PD: ¡Gracias por tu comentario Laura! Tranquila porque no hablaré de política habitualmente, alguna vez quizás, pero procuro escribir cosas que puedan interesar y entretener.


PD 2: Estimado Miguel Ángel tienes razón en que el uso del término "promiscuo/a" no está en su contexto correcto y puede que no se comprenda cuando me refiero con ello a la proliferación de peluquerías en Moratalaz, cual si se tratara de una epidemia .

1 comentario:

Anónimo dijo...

carlos soy juanfra mas conocido como blazquez.
yo mismo trabajo el dia 31 de diciembre y una amiga intimia mia tambien y estaria dispuesta a colaborar.
un saludo estaremos en contacto