miércoles, 7 de mayo de 2008

Novedades (II)


"NO somos El País ni El Mundo, ni pretendemos ni podemos competir con ellos", esta frase se la escuché al director de la Tribuna de Guadalajara mientras tomábamos un café en uno de esos momentos, donde uno disecciona esta profesión tan complicada y a la par tan fascinante. Luego me contó que el grupo al que pertenece el períodico, Promotora de Medios de Castilla La Mancha (PROMECAM) va a tener pronto una radio, e incluso, una televisión. Vamos, que lo de tener cabeceras en ambas castillas es una apuesta a largo plazo y en esto, la Tribuna apenas ha rebasado los 10 años. Un tiempo a partir del cual, según mi interlocutor, un periódico debe de dejar de pensar en la supervivencia para dedicarse a vender marca.

Ahora seamos realistas, tal y como me comentó, quienes nos van a leer no son muchos y desde luego estaríamos ante una suerte de clase media alta, provinciana y a quienes lo interesante son las noticias más cercanas. En fin, ´periodismo de provincias en estado puro de patearse la calle. Y algo ya he tenido de eso, con mis dos salidas a Cabanillas del Campo y Usanos, dos pueblecitos de los alrededores de Guadalajara. Y seamos sinceros, la verdad es que no me veía mucho al principios... Quizás sea por eso de ser gato, el "niño de Madrid" que dirían en la redacción y claro, el chaval de ciudad debe de aproximarse a estas realidades. Tengo algún compañero que alucina cuando le digo que no tengo pueblo o que vengo de Madrid, pero en general los que he conocido están teniendo mucha paciencia conmigo y mi particular adaptación a este tipo de periodismo cercano, no por ello de menor entidad y muy util para entrenar habilidades como la capacidad de síntesis.

Estoy muy satisfecho y mi experiencia del pasado fin de semana, aunque no sea plato de gusto trabajar los sábados y domingos, puedo decir que me encanta volver a la actividad. ¿Qué más puedo contar? Las crónicas de ambiente permiten poseer un mayor conocimiento de la España de provincias, alejada de ese ombligo que a decir de mi director, tan aficionados somos los habitantes de la capital: Ver una romería con poco más de un par de cientos de personas, cómo las mujeres del pueblo preparan dulces o rosquillas. No es El País, ni El Mundo... Tampoco escribo sobre las últimas intrigas en Génova Crest o los secretos de la dedadocracia popular (por cierto, recogen firmas para tener primarias entre sus simpatizantes). Pero también uno debe de conocer su país y Guadalajara puede ser una buena escuela, una fase más de mi formación continua...


PD: ¡¡Me han arreglado el ordenata!! ¡¡Gracias Dani!! También estoy encantado con vuestros comentarios, aunque haya alguno que use el anonimato para aguijonear por doquier con una mordacidad digna de mejor causa.

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