A sugerencia de varios de mis fieles lectores (una vez mil y una gracias), he decidido darle un aire más dinámico al blog. Confieso que aún no manejo mucho esto de los blogs, pero está siendo una experiencia muy enriquecedora. Además he habilitado los comentarios, así que animaros a hacerme sugerencias o a crear polémicas. Esta es la nueva imagen de Joharilandia Country, el rincón de este ingenuo periodista en paro. Por lo demás, durante la semana ya dejaré alguna entrada o reflexión de vuestro interés. ¡Feliz semana!
Coda: Je, je... Bueno, os dejo una nueva entrega de Johari de próxima aparición en la revista Centinela ( si quieres hacerte una idea de que es o certificar que no te estoy tomando el pelo pincha aquí http://www.deleju.org/index.php?option=com_content&task=view&id=296&Itemid=37) Por cierto, el contenido es religioso pero pongo un poco de mi cosecha...
¡Tú puedes!
· ¿Una nueva etapa? ¿Vino añejo en odres nuevos?
Ya estamos de vuelta… El verano se fue y comienza un nuevo curso. Para algunos esto es una auténtica tragedia, de ahí esas depresiones posvacacionales y demás fenómenos asociados al retorno de la rutina. Siempre he pensado que adoptar un punto de vista tragicómico no es la forma más adecuada para encarar un tiempo repleto de retos, de estudios y trabajo. ¡Tú puedes! Debería ser nuestro grito de guerra, no estaría mal que de vez en cuando nos mirásemos al espejo para decírnoslo a nosotros mismos.
· “¿Dichosos los que creen?”
Pero no sólo por el mero hecho de creer. La Fe da un sentido profundo a nuestras vidas, un horizonte radicalmente diferente: Es una razón poderosa para vivir y construir un mundo mejor. No sólo porque todo cobre un sentido, aunque las dudas siempre estarán ahí, sino que nos urge compartirlo con los demás. Una buena noticia, un acontecimiento positivo no se puede ocultar, porque sabes que les va a hacer felices a otras personas.
· Pero, ¿de verdad tenemos tiempo para Dios?
Algunos resoplarán y afirmarán que el trabajo no les permite tamaño lujo: “¿Pensar en Dios? ¡No! El tiempo es oro”. Recuerdo que el animador de mi grupo de oración repartió una oración con el sugerente encabezamiento: “No tengo tiempo”. Y sí, lo confieso voy por la vida corriendo, intentado atrapar horas, minutos, segundos. Incluso me programo sobre lo que me espera en el día, repartiendo la jornada en distinto segmentos a gastar progresivamente. El tiempo es un “regalo fugitivo”, afirma la oración, un obsequio que conviene no malgastar. Pero si lo analizamos detenidamente, disponemos de años, de días, de horas. Es decir, de nuestra vida. “Sólo” resta llenar bien todo esa cantidad de minutos y pedirle al Señor que hagamos lo que en conciencia debamos en el momento apropiado para ello. O como solía decir San Agustín, dediquemos a cada asunto su tiempo.
· ¿Conócete, acéptate, supérate?
También lo dijo San Agustín. Pero lo traigo a colación para que caigamos en la cuenta de lo importante que es conocernos a nosotros mismo en esto de “gestionar” mejor el tiempo. ¡Hasta la próxima!
JOHARI
http://joharilandiacountry.blogspot.com/ .
· ¿Una nueva etapa? ¿Vino añejo en odres nuevos?
Ya estamos de vuelta… El verano se fue y comienza un nuevo curso. Para algunos esto es una auténtica tragedia, de ahí esas depresiones posvacacionales y demás fenómenos asociados al retorno de la rutina. Siempre he pensado que adoptar un punto de vista tragicómico no es la forma más adecuada para encarar un tiempo repleto de retos, de estudios y trabajo. ¡Tú puedes! Debería ser nuestro grito de guerra, no estaría mal que de vez en cuando nos mirásemos al espejo para decírnoslo a nosotros mismos.
· “¿Dichosos los que creen?”
Pero no sólo por el mero hecho de creer. La Fe da un sentido profundo a nuestras vidas, un horizonte radicalmente diferente: Es una razón poderosa para vivir y construir un mundo mejor. No sólo porque todo cobre un sentido, aunque las dudas siempre estarán ahí, sino que nos urge compartirlo con los demás. Una buena noticia, un acontecimiento positivo no se puede ocultar, porque sabes que les va a hacer felices a otras personas.
· Pero, ¿de verdad tenemos tiempo para Dios?
Algunos resoplarán y afirmarán que el trabajo no les permite tamaño lujo: “¿Pensar en Dios? ¡No! El tiempo es oro”. Recuerdo que el animador de mi grupo de oración repartió una oración con el sugerente encabezamiento: “No tengo tiempo”. Y sí, lo confieso voy por la vida corriendo, intentado atrapar horas, minutos, segundos. Incluso me programo sobre lo que me espera en el día, repartiendo la jornada en distinto segmentos a gastar progresivamente. El tiempo es un “regalo fugitivo”, afirma la oración, un obsequio que conviene no malgastar. Pero si lo analizamos detenidamente, disponemos de años, de días, de horas. Es decir, de nuestra vida. “Sólo” resta llenar bien todo esa cantidad de minutos y pedirle al Señor que hagamos lo que en conciencia debamos en el momento apropiado para ello. O como solía decir San Agustín, dediquemos a cada asunto su tiempo.
· ¿Conócete, acéptate, supérate?
También lo dijo San Agustín. Pero lo traigo a colación para que caigamos en la cuenta de lo importante que es conocernos a nosotros mismo en esto de “gestionar” mejor el tiempo. ¡Hasta la próxima!
JOHARI
http://joharilandiacountry.blogspot.com/ .
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